miércoles, 13 de mayo de 2009

SIN TREGUA

En las sombras danza una serpiente de fuego
Cesará la ley de los cuervos
Ni juez ni cetro para regir al pueblo


El peregrino piensa junto a la hoguera
Fatigado de proseguir su paso sin cesar:

-Esta noche los tambores hacen silencio
En la torre de hierro reposan los ejércitos
En los establos entre rejas reposan los corderos
El juez en su estrado aguarda dar su veredicto sin culpa
Puedo cerrar los ojos, pero no encuentro mi lugar de reposo.

Las sirenas agonizan, más allá, en mi ciudad
Oigo enjambres de plomo ardiendo en la calle
Oigo gritos amordazados, rodeados de humo
Profetas orando en sórdidas habitaciones
Hombres alucinados en oficinas de niebla,
Los verdugos persiguen nuestro rastro
Pero mis hermanos aúllan sin amo en la selva
Oigo a la rebelión agitada en los montes
A los leones cercados y hambrientos
A los hombres de barro de pie y sin miedo
Oigo a mis hermanos aullando sin amo en la selva.
El juez levanta su mano y da de comer a los sicarios
Cazadores solapados espían entre los árboles
El miedo siembra la duda entre los hombres...

En las sombras danza una serpiente de fuego.


Esta noche puedo cerrar los ojos
Pero no encuentro lugar de reposo

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